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Crickets, cicadas, tafani, pheasants, wind, rain, silence … The sounds of nature. But also the colours of sunrise and sunset, the hue of the grapes, the forest-trees, and the countryside … The flavours of wine and a splendid menu at Locanda del Sole restaurant … The aroma of the wetland after the rain … The texture of the olive tree logs and the stone walls covered with ivy. And the compassion of the sun. The days pass by peacefully between swimming pool moments alone and 20 kilometres hiking treks … between wines from the Ginori Lisci winery. The time has stood still. We are in the Ginori Castle of Querceto, enjoying with the five senses. This place is an antidote to stress (the poison of the first world), and it makes us forget about the exhausting urban life, of which we are – sometimes – slaves without redemption.
Castello Ginori di Querceto, a medieval village, formerly controlled the Val di Cecina, from Volterra to the sea. The village, the ancient castle and the Querceto estate belonged for centuries to Ginori Lisci, a noble Florentine family, known throughout the world for its precious porcelain, and now dealing with a high-quality wine production. In the heart of the Val di Cecina, between Volterra and the Etruscan Coast, the Ginori Castle perches on top of a hill in Querceto an enchanting medieval village whose long and rich history has blended for over two centuries with the history of the Marchesi Ginori Lisci. Today the village is an integral part of the local economy with its thriving winery, the events it organizes, and the hospitality offered in its charming apartments.
The most distinctive feature of this delightful village, far from the fast pace of modern life, is its authenticity, noticeable in every detail: the stones of the old houses, the smile of the inhabitants, the untouched natural surroundings. It is a world of forgotten sounds and smells, of breathtaking views and sunsets. In the village one can rent apartments and holiday houses, which has been recently redecorated preserving the warm and welcoming style of old Tuscan country houses. Guests can relax on the common terrace under the castle’s tower, and around the stunning swimming pool, surrounded by olive trees and with a wonderful view on the countryside.
Castello Ginori di Querceto: celebrando la naturaleza y la vida en la campiña toscana
Grillos, cigarras, tafani, viento, lluvia, faisanes, silencio… Los sonidos de la naturaleza. Pero también los colores del amanecer y de la puesta de sol, de las viñas y las uvas, de los árboles del bosque y del campo… Los sabores del vino y de un buen menú del restaurante Locanda del Sole… El aroma de la tierra mojada después de la lluvia… La textura de los troncos de los olivos y de los muros de piedra cubiertos de hiedra. Y la clemencia del sol. Los días transcurren plácidamente entre sesiones de piscina y caminatas de senderismo de 20 kilómetros, entre vino y vino de la bodega Ginori Lisci. El tiempo se ha detenido. Estamos en el Castello Ginori de Querceto con los cinco sentidos, un antídoto capaz de apaciguar el estrés (el veneno del primer mundo) y hacer olvidar que en alguna parte existe todavía la extenuante vida urbana, de la que a veces nos creemos esclavos sin salvación.
El pueblo medieval Castello Ginori di Querceto antiguamente dominaba el Val di Cecina, desde Volterra hasta el mar. El pueblo, el antiguo castillo y la finca Querceto pertenecieron durante siglos a los Ginori Lisci, una noble familia florentina, conocida especialmente por su preciosa porcelana, y que en la actualidad también desarrolla una producción de vino de alta calidad. En el corazón de Val di Cecina, entre Volterra y la Costa Etrusca, el Castillo de Ginori se alza en la cima de una colina en Querceto, antiguo pueblo cuya larga y rica historia se ha mezclado durante más de dos siglos con la historia de los marqueses Ginori Lisci. En la actualidad, Querceto y el castillo son parte integral de la economía local con su próspera bodega, los eventos que organiza y la hospitalidad que ofrecen en sus acogedores apartamentos.
La característica más distintiva de este pueblo genuino, lejos del ritmo acelerado de la vida moderna, es su autenticidad, palpable en cada detalle: las piedras de las casas antiguas, la sonrisa de los habitantes, el entorno natural bien conservado. Se trata de un mundo de sonidos y olores olvidados, de impresionantes vistas y puestas de sol. En Castello Ginori di Querceto se pueden alquilar apartamentos y casas de vacaciones, redecoradas recientemente conservando el estilo cálido y acogedor de las antiguas casas de campo toscanas. Los huéspedes gozan aquí del relax en la terraza común ubicada debajo de la torre del castillo y en la piscina, rodeada de olivos y con una maravillosa vista del campo toscano.