PHOTOS & SPANISH VERSION BELOW
All passion springs from enthusiasm. Florence rescued me from neglecting feelings, an attitude that (I do not recall exactly when) came from falling lost in Berlin. Florence meant a safe net to avoid the death of the soul and helped me arise from that terrible fall. In the Tuscan capital a revolution took place inside of me. Indeed, a Renaissance. Thus, I now live here with all naturalness, feeling calm and relaxed. In Florence the days do not seem so endless, there is always something to do, even if it’s just a walk among Renaissance treasures, only to come back home later relieved. To enjoy Florence, one must be Epicurean, aesthete and eclectic. To this city, where the vicissitudes of my destiny have brought me, I will definitely elaborate a whole dictionary of affectionate expressions, because I haven´t yet met any Italian who speaks well, and with true love, about their country.
Florencia: pasión y entusiasmo
Toda pasión brota del entusiasmo. Florencia me rescató de la dejadez de sentimientos en la que, no sé exactamente cuándo, me perdí en Berlín. Florencia fue la red que me salvó de esa muerte del alma, de esa terrible caída. En la capital toscana, una revolución tuvo lugar en mi interior. O mejor dicho: un Renacimiento. Vivo aquí con toda naturalidad; tranquilo y relajado. En Florencia los días no resultan interminables, siempre hay algo que hacer; aunque solo sea dar un largo paseo entre joyas renacentistas y volver a casa aliviado. Para disfrutar Florencia, hay que ser epicúreo, esteta y ecléctico. A Florencia, adonde me han traído las vicisitudes de mi destino, le prodigo por cualquier cosa pequeña un diccionario entero de expresiones cariñosas, ya que no he conocido aún a ningún italiano que hable bien y con verdadero afecto de su país.