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Beyond the streets crowded by the omnipresent tourists looking for Florentine gems from the Middle Ages and the Renaissance, there are less exploited corners of great historical and artistic richness as the Brancacci Chapel, also known as the «Sistine Chapel of the first Renaissance». The paintings on the walls are among the most popular and influential frescoes at the time. They are distributed in two horizontal levels along the chapel, which is part of the Carmine church and convent, founded in Florence in the mid-thirteenth century by a group of Carmelite monks from Pisa. Located in Piazza del Carmine (Florence-Oltrarno), the Cappella Brancacci is one of the oldest monumental buildings in Florence. The frescoes illustrating the life of Saint Peter are masterpieces by Masaccio and Masolino, painted between 1425 and 1427, just in the early years of the Florentine Renaissance. Later on, Filippino Lippi was called to complete Masaccio’s chapel decoration, which had been left unfinished due to Masaccio’s death in 1428.
Cappella Brancacci: la Capilla Sixtina de Florencia
Más allá de las calles abarrotadas por el turismo omnipresente que cada día busca en Florencia las huellas de la Edad Media y el Renacimiento y su magnífica belleza, hay rincones menos inexplorados y de gran riqueza histórica, artística y estética como la Cappella Brancacci, también conocida como la «Capilla Sixtina del primer Renacimiento». Sus pinturas se cuentan entre las más populares e influyentes de la época. Los frescos se distribuyen en dos niveles horizontales a lo largo de las paredes de la capilla, que forma parte de la iglesia y el convento del Carmen, fundados en Florencia a mediados del siglo XIII por un grupo de monjes carmelitas procedentes de Pisa. Se trata de uno de los conjuntos monumentales más antiguos de Florencia ubicado en la Piazza del Carmine (Oltrarno). La Capilla Brancacci, famosa por sus frescos que ilustran la vida de San Pedro, es una obra maestra de Masaccio y Masolino, ejecutada entre 1425 y 1427, justo en los primeros años del Renacimiento florentino. Debido a la muerte prematura de Masaccio, las pinturas quedaron inconclusas y fueron terminadas por Filippino Lippi entre 1481 y 1482.
Sublime