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Florence is an eternal dream
Florence is an eternal dream, the most beautiful city in the world. Since I remember, I have been fascinated by antiquity, history, and the Medici dynasty. So I decided to visit Florence, the city where Paco Neumann lives. He is one of my best friends. I met Paco in the mid-nineties when he lived and studied journalism and photography in Madrid. I have always been attracted to art, so I explored several museums and many Renaissance churches during my vacation in Florence. Needless to say that the entire city is a vast open-air museum.
I stayed in a Renaissance palace, which transferred me to the past. I felt like a Medici. The fact that Leonardo Da Vinci lived here, a genius, a master, a scientific, immediately drove me to the Renaissance. There are no words to describe the magnificent marble statue David by Michelangelo, a large sculpture with small penis; merely fantastic. I loved the Medici Mausoleum (Cappelle Medicee), and I was also fascinated by the Santa Trinita Bridge, whose four statues represent the four seasons.
Not only I did fell in love with The Birth of Venus by Sandro Botticelli, but also with a thousand other wonders at the Galleria degli Uffizi, the oldest museum in the world. Here I was extremely overwhelmed by The Seven Virtues (Strength, Temperance, Faith, Charity, Hope, Justice, and Prudence), a work by Botticelli together with Piero del Pollaiolo. And The Adoration of the Magi by Leonardo Da Vinci is heartily ingrained in my mind.
La Florencia de Abida Allouh
Florencia es un sueño eterno
Florencia es un sueño eterno; la ciudad más bonita del mundo. Siempre me ha fascinado la Antigüedad, la Historia y la dinastía Medici, así que decidí visitar esta ciudad, donde vive Paco Neumann, uno de mis mejores amigos, al cual conocí a mediados de los noventa, cuando él vivía y estudiaba periodismo y fotografía en Madrid. Siempre atraída por el arte, durante mi estancia en Florencia exploré varios museos y muchas iglesias góticas. Ni que decir tiene que la ciudad entera, en sí misma, es un gran museo al aire libre.
Me alojé en un palacio renacentista, lo cual me transportó al pasado; me sentía una Medici verdadera… Pensar que aquí vivió Leonardo da Vinci, un emblema humano, me trasladó de inmediato al Renacimiento. Tuve la suerte de contemplar la magnificencia del David de Miguel Ángel, una escultura de gran talla aunque de pito pequeño; simplemente maravillosa. Me encantó el mausoleo de los Medici (Cappelle Medicee), al igual que me fascinó el Puente de Santa Trinidad, con las cuatro estaciones representadas en cada una de sus estatuas.
Me enamoré de El nacimiento de Venus, de Botticelli, y mil maravillas más en la Galleria degli Uffizi, el museo más antiguo del mundo. Aquí me sobrecogió también Las siete virtudes (Fortaleza, Templanza, Fe, Caridad, Esperanza, Justicia y Prudencia), obra de Sandro Botticelli y Piero del Pollaiolo. Y La adoración de los Magos, de Leonardo da Vinci, la llevo grabado a fuego en mi mente.